Las tarifas de renovación para beneficiarios de DACA aumentaron mientras los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. experimentan retrasos.
DENVER — Los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos han aumentado las tarifas de renovación para los beneficiarios de DACA, conocidos como los “dreamers”. El programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, que fue creado durante el gobierno de Obama, exige que la mayoría de los beneficiarios renueven su estatus cada dos años. Esto los protege de la deportación y los hace elegibles para recibir autorización de trabajo.
Antes, las tarifas eran de $495, sin importar si la renovación era en línea o por correo. Ahora, el valor aumentó a $555 para renovaciones virtuales y $605 para los formularios en papel, que es un aumento mínimo de $60.
“Esto afecta a los estudiantes, es un poco más de estrés para ellos”, dijo Nayeli Sanchez, la especialista de éxito estudiantil del programa de servicios para inmigrantes en la Universidad Estatal Metropolitana de Denver.
Sanchez trabaja con estudiantes que necesitan ayuda con sus trámites de renovación. A través de donantes, la universidad también ha podido apoyar a los estudiantes beneficiarios de DACA con fondos para las tarifas de su renovación, que se necesita ahora más que nunca, ya que han aumentado los costos. El semestre pasado, MSU Denver pudo ayudar a seis estudiantes. Aún hay cuatro más que están esperando para ver si hay fondos adicionales disponibles.
“Los estudiantes tienen que crear este presupuesto que tienen que hacer todos los años para asegurarse de que están cubriendo la matrícula, el alojamiento y la comida, sus libros, aparte de asegurarse de que tengan alimentos”, dijo Sanchez.
Aunque una tarifa de $60 puede no parecer mucho, Sanchez dice que es un gasto adicional para los beneficiarios de DACA además de otras tarifas relacionadas con la inmigración. Ya que el gasto se repite cada dos años, es algo que está constantemente en la mente de los beneficiarios.
“Desconcierta a los estudiantes que tal vez están ayudando financieramente a su familia también, y simplemente reservan esa cantidad para el resto de los dos años”, dijo Sanchez.
El estrés de tener que pagar tarifas aumentadas se suma a la ansiedad que rodea el futuro del programa DACA, que podría cambiar bajo una nueva administración o por una decisión de la Corte Suprema.
“Gran parte de eso es realmente que planean para dos años máximo, ¿no? Y ahora, es como que, con las próximas elecciones, ¿para qué nos tenemos que preparar?”, dijo Sanchez.
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